Finalizados ya determinados compromisos, sigamos ascendiendo hacia Somosierra llegando, tras un espectacular tramo de túneles (el de La Porrilla, en curva) y viaductos vertiginosos, al apeadero de La Acebeda, situado en pleno pueblo de La Acebeda, aunque el acceso al mismo desde el pueblo esté vallado y haya que acceder de formas poco ortodoxas.
Dicho apeadero, franqueado por dos túneles que distan unos 65-70 metros, apenas ofrecía a los camellos poder parar para dejar a los escasos viajeros que este pueblo, el segundo (y durante años, primero) pueblo de Madrid con menos habitantes, podía darle a la línea. Nos encontramos ya en el punto kilométrico 96,3 y nos falta poco para atravesar el límite provincial de Madrid. La línea también atraviesa una zona de grandes pendientes para alcanzar, ya en el túnel de Somosierra, la máxima cota.
Vista general. Foto: Bryan Villar
Tampoco debe recordarse mucho más de este apeadero de los 80, como Braojos o Garganta… que en nuestro estudio de viabilidad, como en otros casos, deberíamos decir que con unas paradas facultativas bien situadas el servicio sería más que suficiente.
Refugio de viajeros. Foto: Bryan Villar
Uno de los túneles que franquean el apeadero. Foto: Bryan Villar
El Intercambiador 